He visto en Legazpi a mis dos abuelitos preferidos.
Él, violinista, viejito, viejito.
Ella, viejita, viejita,
con toda su ternura le tiende la partitura,
le pasa las páginas,
como un bello atril de carne.
¡Quién fuera violín!
¡Quién fuera partitura!
2-abril.
martes, 14 de abril de 2009
como si existiese una cura contra la nada - 1 abril
Pretendemos apaciguar nuestros ánimos dándole logros a nuestro dolor.
Diciéndole a nuestra conciencia que existe posibilidad de mejora.
De mejora definitiva.
Como si existiese una cura contra la nada.
Diciéndole a nuestra conciencia que existe posibilidad de mejora.
De mejora definitiva.
Como si existiese una cura contra la nada.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)